La gran velocidad con que se edifica hoy en día hace que se hayan industrializado todas las fases de construcción de un inmueble. Atrás quedan los tiempos en que las obras estaban pobladas por cuadrillas de obreros y albañiles tabicando paredes o pintando fachadas. Las empresas, en su interés de obtener el mayor rendimiento al menor coste, detectaron que si consiguen automatizar todos los procesos edificatorios, podrán rematar una obra y comenzar la siguiente de manera rápida y con un detallado control de los costes.

Para ello se han creado, en las grandes constructoras, departamentos especializados en investigación y desarrollo de producción. Y se ha detectado que una vez levantadas la estructura y la cubierta de un edificio se pueden agilizar el resto de las tareas mediante la adición de elementos prefabricados, siguiendo el esquema de la construcción modular.

De esa manera sabrán exactamente la cantidad de material que van a necesitar, se eliminarán residuos y, como es un proceso continuo, sabrán exactamente en qué momento terminarán la obra. Y esto además les permitirá controlar el personal necesario y los tiempos de trabajo.

Una de las fases donde se han conseguido más automatizaciones es en el revestimiento de fachadas y cerramientos. El descubrimiento y la producción artificial de nuevos materiales aislantes permiten cubrir una pared con una amplia gama de revestimientos sin tener que preocuparnos por la entrada de frío, calor y humedad.

Dentro de estos nuevos recubrimientos aislantes destaca la fachada ventilada. Porque no solamente aporta una nueva piel exterior al inmueble, sino que permite dejar una cámara de aire a través de la cual discurren las corrientes de aire en sentido ascendente. Entrando por los resquicios inferiores y saliendo por la zona de la cubierta.

Más Información sobre Fachadas Ventiladas; estos revestimientos exteriores de paredes están formados por tres estructuras completamente diferenciadas. Tenemos una primera capa de aislamiento, que puede ser poliestireno, poliuretano o lanas minerales, y que estará adherida al muro exterior del edificio mediante un mortero adhesivo o anclajes de acero. Sobre esta capa dispondremos una estructura metálica de aluminio.

Y ahora entramos en la parte más laboriosa y complicada de ejecutar. Porque hay que levantar un gran entramado metálico que abarcará toda la superficie de la pared. Y sobre él comenzaremos a disponer, placa a placa, todos los elementos que componen la superficie exterior de la fachada ventilada, que serán los que la protejan de los agentes atmosféricos agresivos.

Por ese motivo estas fachadas presentan unos acabados exteriores lisos y sin irregularidades. Para evitar que la polución del aire se asiente en ella y mantener de esa manera una fachada limpia, durable y que garantice una buena protección al interior del inmueble.